1. Miedo al fracaso
Este podría ser el miedo por antonomasia del emprendedor: el miedo a fracasar, a que no salga adelante el proyecto, a equivocarse en el rumbo. “Ese fracaso se manifiesta de muchas maneras, por ejemplo en que no le guste el producto y/o servicio a nuestro cliente; en que no sea posible interesar a inversores que participen en nuestra ‘gran idea’, en no atraer profesionales con el talento necesario para formar un buen equipo”, explica
Fernando de Zavala Carvajal, fundador de Intuuchina.
“En España, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, se estigmatiza el fracaso a todos los niveles, tanto si quieres emprender como si eres un trabajador asalariado”, se lamenta
David Boada, fundador de Kaizen 2D, agencia de Marketing online.
Cómo vencerlo: “Intenté compensarlo creando un plan de empresa muy completo, en el que se incluían muchos escenarios posibles y diferentes planes de contingencia. Acabé asimilando que no hay nada exento de riesgo y que pocas veces se cosecha un éxito sin haber tenido en el proceso algún que otro fracaso o contratiempo”, señala Boada. Algo en lo que coincide De Zavala, “el miedo al fracaso se puede gestionar entendiendo que es de los pequeños fracasos de donde más se aprende. Son ocasiones únicas para reflexionar y, a partir de ahí, generar un modelo que tenga éxito”.
2. Miedo a fallarle a la gente que ha confiado en ti
Este es un miedo también muy extendido entre los emprendedores: la sensación de culpa ante la posibilidad de que si las cosas no van como tienes pensado, vas a poner en peligro la seguridad o los ahorros de inversores, clientes o empleados. A Iñaki Berenguer, CEO y cofundador de Coverwallet, una nueva aseguradora que combina datos, diseño y tecnología, le “preocupa especialmente fallarle, sobre todo, a la gente que ha dejado trabajos estables por unirse a mí porque detrás también hay familias”.
Cómo vencerlo: “Tener un cofundador te ayuda a gestionar la montaña rusa emocional del emprendedor”, afirma Berenguer. Y si no lo tienes, intenta desahogarte con otros emprendedores conocidos que puedan aportarte puntos de vista diferentes. En cualquier caso, no está de más que te plantees que tus empleados son personas adultas que voluntariamente han decidido arriesgarse a entrar en tu empresa. Esa reflexión te ayuda a relativizar el miedo.
3. Miedo a arriesgar el patrimonio personal
El temor a arruinarse es inherente a emprender, pero si esa situación puede afectar a tu patrimonio personal, el miedo puede convertirse en pánico. Si no que se lo pregunten a Ana Abril, creadora de Imprimaker, una empresa de impresión 3D de juguetes diseñados para los niños. “Soy emprendedora y madre de familia (madre soltera). La responsabilidad de la casa recae entera sobre mis hombros. Mi principal miedo es no conseguir crear un negocio rentable con los recursos que tengo (económicos, principalmente), llegar a endeudarme en cantidades importantes, no poder hacer frente a los gastos corrientes de la casa y que esto pueda afectar a la vida de mi hija”.
Cómo vencerlo: La filosofía del método lean es muy práctica en estos tiempos. “Estoy desarrollando los productos y las campañas de marketing gracias a mis ahorros y a las ayudas y subvenciones que voy obteniendo, y manteniendo un control muy estricto de todos los costes hasta que empiece a vender y consiga buenas métricas”.
4. Miedo a lo desconocido
Llámese inseguridad, incertidumbre… La aversión al riesgo es uno de los frenos mentales más poderosos que existe en las personas y que, además, tiene una razón biológica: en el cerebro se activan hasta 24 áreas más ante una situación de resultado incierto que frente a otra claramente negativa. “En mi caso, el miedo que aparece siempre cuando empiezo un proyecto es a lo desconocido. Cuando inicias una aventura empresarial no sabes lo que te vas a encontrar, los problemas burocráticos, los financieros… Tienes miedo a las situaciones desconocidas que pueden aparecer, lo que puede sobrevenir o si vas a poder responder ante lo imprevisto”, explica Isaac Flores, director City Sightseeing España, multinacional líder de los city tours en autobuses panorámicos.
Cómo vencerlo: “Los miedos se superan trabajando cada día más y más, y sobre todo buscando asesoramiento de expertos o de socios que ya tenían experiencia en el sector y que han hecho que mi camino haya sido más corto y fácil. Sin olvidar la importancia de rodearte de un buen equipo humano, al que hay que mantener motivado…”, afirma el responsable de City Sightseeing España.
5. Miedo a salir de la zona de confort
Ben Askew-Renaut, cofundador y director ejecutivo de Packlink, plataforma de comparación y contratación de envíos de paquetería para particulares y empresas, reconoce que “emprender es siempre una aventura y, como tal, conlleva riesgos. Cuando nos planteábamos arrancar con el proyecto de Packlink, yo tenía un trabajo estable en consultoría y tres hijos. Confiaba en nuestra idea, pero no sé si por miedo o por responsabilidad, pensaba mucho en mis hijos. Necesitaba creer que estaba haciendo lo correcto para mí y especialmente para ellos”.
Cómo vencerlo: “Pudo más la pasión y la confianza en una idea, que sabíamos potente, que ese miedo. No quería quedarme con la duda y el remordimiento de no saber si hubiera sido capaz. Además, mis hijos están siendo una motivación extra para hacer las cosas bien y lograr que Packlink salga adelante”, explica. Una buena estrategia para vencer este temor es plantearse el desafío en términos de pérdidas: analizando las muchas cosas que pierdo si me quedo como estoy.